CAOS

Hay días, semanas, en las que nada sale bien, voy tropezando con todos los muebles, perdiendo papeles, olvidando citas y se convierte en una espiral de la que me es difícil salir.
Agobiada, estresada, perdida, todo lo hago mal, o no lo hago o lo dejo por la mitad.
Enfadada con el mundo, me dedico a mascullar rencores ciertos o inventados, mientras sigo tropezando con los muebles (mis piernas llenas de moratones dan buena fe de ello).
Todo se va convirtiendo en un caos, en mi mente, en mi cuarto, en mi mesa de trabajo...
Me gustaría estar mirando el mar, sentada en cualquier playa desierta, perdida en el azul del agua, sin pensar, sintiendo el rumor, el olor, la vida del mar.