Voy a ver si empiezo a secar la ropa, las ilusiones rotas, la pereza, los caminos perdidos, las sendas cortadas, las palabras nunca pronunciadas, los sueños imposibles, los deseos encerrados, las pasiones abotargadas, los sentidos dormidos ... al dulce sol de la primavera, a los primeros rayos cálidos del sol, colgado todo de las ramas de los almendros llenos de flores, de la magia del color y la luz.
Para salir del letargo, que me mantiene encerrada no sé muy bien dónde, romper todos los candados, todas las cerraduras y puertas y avanzar, con decisión, sin mirar dónde piso, despertar a la piel, al tacto, los olores, los sabores, dejar que los sentidos, los deseos vuelvan a tener su sitio de mando, guíen mis pasos y mis tropiezos, y sobre todo despertar ...