FRENESÍ

"Vení a dormir conmigo,
no haremos el amor,
él nos hará"
Julio Cortázar

Tus manos que amasan mi cuerpo, dándole forma y creándolo al contacto con tu tacto tibio, tus dedos exploradores, dando luz, color y calor a mi piel.
Tu boca buscando ávida la mía, los labios jugando, las lenguas tanteándose, enlazándose y enredándose en besos sin fin.
Nuestros cuerpos, cóncavo, convexo, encajando a la perfección, cada llanura en un monte, cada pliegue de piel buscando su complementario en la piel del otro.
Y así nos crecemos y creamos, haciéndonos el uno al otro, con cada caricia, cada beso, cada susurro, cada mirada, cada gemido ...

SUEÑOS

Hoy he vuelto a soñar contigo, pocas veces Morfeo me devuelve tu imagen en blanco y negro, en mis sueños nunca te alcanzo, estás a lo lejos, distante y frío, mirándome fijamente con una pregunta clavada en tus ojos que me miran con tristeza, nunca sé qué quieres saber, nunca sé cual sería la respuesta adecuada para que te quedaras conmigo y todo volviera a ser de colores.

MIRADA INFANTIL

Mirando la nieve con los ojos de esa niña despistada y curiosa que fui, embobada mirando el cielo, el manto blanco que se iba posando sobre las aceras, los coches, dando paso a una mullida alfombra de frío blanco.
Me he vuelto a sentir como aquella niña, que miraba todo con asombro, la sonrisa en los ojos y botas de agua para saltar en los charcos, me ha gustado saber que sigue estando ahí, inocente e ingenua, queriendo descubrir el mundo.

CAJA DE PANDORA

Voy a guardar todas tus palabras en la caja de los momentos rotos, en el baúl de los sueños olvidados todas las promesas, todas las ilusiones en el arca de las cosas imposibles, y voy a cerrar todo con llave, para que no se escapen, y esconderé la llave en la maleta de la memoria para olvidar dónde está y perderla y que no puedas volver a salir, ni como recuerdo, ni como suspiro, ni como añoranza.

CICATRICES

¿Cuántas lágrimas hay que derramar al perder a alguien? ¿Cuántos suspiros, insomnios, preguntas sin respuesta? ¿Cuánto tiempo?.
Sigo echándote de menos, sigo preguntándome los porqués, los cómos, dónde se quedaron las palabras, las promesas, las ilusiones, en qué recodo del camino las perdí, en qué bolsillo se olvidaron.
Las heridas van curando, pero siempre queda la cicatriz, que araña el presente recordando el pasado.

ESPEJOS

¿Qué hay al otro lado del espejo? ¿estarás tú esperándome? ¿Quizá la salida o la entrada al laberinto de mis sueños y anhelos? ¿podré perseguir a mis ilusiones? ¿atarlas más firmemente que a este lado, dónde se evaporan entre lágrimas y decepciones?
Toc, toc, voy a intentar traspasarlo.

SENDEROS

Espirales de tiempo que me llevan hacia ti, vientos de magia empujan mis vacilantes pasos, susurros de palabras soñadas traídas por la lluvia para jugar con mi pelo y entrar suavito en mi mente, murmurando tu nombre, seguir un camino de baldosas amarillas, quizá soñado o imaginado hasta tu cuerpo, sendero que sólo veo con los ojos cerrados cuando me atrevo a soñar.

DÍAS DE SOL

Hoy brilla el sol secando los charcos del diluvio de ayer, para dejar claro que dentro de poco empezará su reinado y todo se volverá de colores.
Primavera ven y curame el invierno.

NADA

¿Qué por qué no disfruto de lo que tengo? ¿Qué por qué no valoro lo que hay a mi alrededor?. Porque mis valores y mis creencias se desmoronan, porque últimamente ya no pongo la mano en el fuego por la gente que creía que me quería y me valoraba, porque últimamente dudo mucho de que pueda contar con ell@s, y eso me hace tambalear, porque creía que eran casa, tierra firme, un ancla a la que agarrarme y ahora dudo mucho de que sea así, porque si no les importo a ell@s a quién coño voy a importar, porque si las personas que creía que estaban ahí para mí, para lo que yo quisiera, cómo están ell@s para mí, no lo están, dónde coño voy? qué coño tengo?.
Nada, eso es lo que veo últimamente, así me siento estos días.
Nada.

NOCTURNIDAD

Casi siempre escribo aquí con nocturnidad y alevosía, y a estas horas, sobre todo si vengo de cenar por ahí, mejillones y alvariño, mmm, la melancolía corre por mis venas, casi más que el vino gallego y siempre escribo tristezas y desencuentros, cuando en el fondo pienso que soy una tipa alegre, que sonríe mucho e intenta buscar la magia a todos los momentos y disfrutarlos.
Quizá es simplemente que me gustaría pensar menos, querer menos, disfrutar de las buenas cosas sin pensar en qué me falta, en qué busco, en qué no tengo, pero no lo puedo evitar, yo siempre quiero más, siempre que alguien me pregunta qué quiero, le respondo que TODO, porque eso es lo que quiero todo, yo sé a qué se refiere mi todo, no sé qué entenderán los demás, ni siquiera me importa mucho lo que entiendan, he aprendido que a casi nadie le importa entenderte, así que me ahorro muchas explicaciones.
Hoy he escuchado buenas noticias para alguien, no lo son en mi opinión, pero mi opinión no vale nada en ciertos casos, como a mí no me vale nada la de los demás a veces, así que he decidido alegrarme por las "buenas" noticias sin más.
Estoy meláncolica, tristona y perdida, otra vez perdida, creí que me había encontrado hace tiempo, pero no, vuelvo al caos con facilidad y vuelvo a echar de menos cosas y personas que no debería, pero quién decide lo que se debe o no, además a veces las cosas son lo que hay, sin más, sin ninguna decisión por medio, vas directo hacia dónde quieres ir, o hacia dónde está el imán que te atrae.
Quizá es sólo que escribo con nocturnidad y alevosía.

MIGAJAS

Duele sentirte ignorada, hace daño que alguien a quién tú quieres, consideras una de tus mejores amigas, por quién has dejado de hacer montones de cosas, que ella no sabe, cuándo te ha necesitado, no repare jamás en tus necesidades, no tenga un gesto, una mirada cómplice, unas risas o un comentario para ti.
Últimamente no sé dónde ando, resulta que lo que yo creía importante va a ser que no lo es, ni amigos, ni ciertas personas del sexo opuesto, estoy harta de dar más de lo que recibo, estoy harta de que nunca nadie me pregunte a mí cómo estoy o qué quiero, o adivine qué quiero o qué me hace falta, creo que merezco mucho más que las mijagas de atención o cariño que me dan, y estoy harta de conformarme con eso, con mijagas, con palabras, con gestos, con caricias al azar.
Supongo que simplemente necesito mucha más atención pero no hay nadie dispuesto a dármela, a nadie le merece la pena prestármela.
Y empiezo a pensar que no la merezco, que debe ser que no merece la pena quererme, ni preocuparse por mí, y entonces empiezo a ser cada vez más y más pequeña, un punto insignicante en medio del caos, al que es normal que nadie preste atención, sólo soy un punto más, ni siquiera demasido luminoso, ni bonito, ni interesante, sólo un punto más en medio de todo el caos.

COSAS QUE NUNCA TE DIJE

Hay tantas cosas que no he dicho, palabras que se han quedado en mi garganta sin atreverse a pasar la frontera de mis labios, por temor, por miedo, por inseguridad, por no parecer vulnerable, pero las palabras que se quedan atravesadas en la garganta no te suelen dejar, se quedan atrapadas en los labios, en la mente, en el corazón y se van haciendo grandes, circulares y no puedes echarlas, quizá la única manera sería pronunciarlas, pero siempre es demasiado tarde.
Tantos te necesito, o perdóname, o lo siento, algún que otro te quiero, o un simple esto es lo que quiero y necesito en este momento, y tú me lo das, tantas cosas que nunca he dicho, que ya es tarde para decir.
Dicen que las palabras no valen nada, que lo importante son las miradas, los gestos, lo qué haces, yo creo que también es muy importante lo qué dices, las palabras pueden ser mágicas, a veces también los silencios pueden serlo, pero me gustaría haber dicho todas las cosas que nunca te dije, sin ningún temor, aunque a veces parezca que hablamos idiomas distintos, aunque muchas veces no seamos capaz de entender las palabras, me gustaría haberlas pronunciado.

FASHION VICTIMS

Nada como una buena mañana de compras para quedarte con la boca abierta mirando qué tipo de ropa se prueban y compran la mayoría de las chicas.
Quizá todos seamos un poco víctimas de la moda, a veces no quedan más huevos, si sólo hay pantalones verdes en las tiendas, te guste o no el verde si quieres un pantalón nuevo tendrá que ser de ese color.
Pero ... aún así hay cosas que no entiendo, por ejemplo, ¿quién ha podido convencer a tantas chicas de qué es normal llevar un pantalón corto de vestir en invierno? ¿cómo es posible que se lo prueben y tengan el tipo que tengan piensen que les sienta bien?, pero coño, llevan un pantalón de raya diplomática que les llega por la mitad del muslo, con unas medias y unas botas altas de tacón y en serio piensan que están guapas, en pleno mes de diciembre en Madrid, y no sólo es el frío, vamos, es una auténtica horterada, me imagino a los diseñadores, fumados y partidos de risa, viendo cómo en las tiendas de ropa guay se los quitan de las manos.
Otra cosa que no entenderé jamás es el sentido de llevar un plumas que llega justo por debajo de las tetas, con toda la tripa y riñones al aire, sí, vale, las tetas estarán muy abrigadas, pero yo pensaba que la función de llevar un plumas en invierno era no pasar frío, eso sí, si lo compras de algún color muy hortera, de esos de nombres imposibles, azul eléctrico, rosa "furcia", verde ácido (jolín yo no tenía pinturas Alpino de tantos colores), ya debes ser la "queen" de tu portal.
En fin, nada como salir de compras para volver a casa sólo con una bolsa del Fnac llena de libros que aún no habías leído.

QUÉ PEREZA

En días cómo este, en que lo que menos me apetece es pasarme la tarde leyendo apuntes, artículos sobre estereotipos, prácticas, lecturas obligatorios, resúmenes que me he bajado de internet, no consigo recordar por qué extraña razón decidí que me apetecía volver a estudiar y me matriculé hace tres años en la UNED.
Los años no te cambian, sigo estudiando el último fin de semana, queriendo aprender, porque se supone que eso es lo que quiero, conocimientos, ya no se trata de aprobar sin más, si no de aprender, digo se supone, porque aquí estoy a tres días del exámen con un caos de papeles, libros, apuntes que no sé por dónde coger, pretendiendo que en tres días aprenda todo lo que debería haber aprendido en cuatro meses.
Y encima hoy hacía sol, y yo quería pasear, o tomar un café, o ir al cine, o hacer cualquier otra cosa.
Pero ... aquí sigo en medio de mi caos, hoy un caos de papeles, intentando quitarme la pereza y volver a los libros.