lunes, marzo 20, 2006

CAYENDO EN LA TENTACIÓN


Volver a tirarse de cabeza
a la piscina
que ya sabes que no tiene agua.
Atada a tu piel,
por los lazos del deseo
a tu boca,
a tu voz ronca excitada,
a tu sexo caliente.
Enredadera de pies, manos
bocas, lenguas, piel
en la que nos convertimos.
Encadenada a tu mirada.

4 comentarios:

Noa- dijo...

La piscina del deseo, del amor, aunque la sepamos vacia siempre nos atrae.

Saludos

TORO SALVAJE dijo...

Tremendo poema me ha gustado mucho.

@Igna-Nachodenoche dijo...

Encadenando pasiones que excitan a los ojos.
Un beso.

Michi dijo...

Y como termino el chapuzon?