miércoles, abril 26, 2006

RISA


Faemino y Cansado, qué buenossss, hoy en la sala Galileo


La risa cómo terapia, la risa cómo paliativo de tristezas, la risa cómo puente hacia la esperanza.
Compartiendo carcajadas y sonrisas con gente que te quiere, sin pensar, sin divagar, sin buscar explicaciones, simplemente disfrutar del humor.
Qué bueno tu regalo, qué bueno que hayamos estado hoy aquí juntos.

12 comentarios:

MALiZiA dijo...

sin duda la risa es el mejor regalo que tenemos,
dicen que no hay día perdido, si podemos sonreir aunque sea sólo una vez...
además adoro a los clown, a esos no los conozco pero tienen pinta de ser buenos,
saludos desde Buenos Aires, sonriendo por supuesto!

*Blue*Princess* dijo...

me encanta reir

TORO SALVAJE dijo...

Son geniales los dos, de lo mejor que hay desde hace tiempo.

Paco dijo...

Jo, uno acostumbrado a tus fotos habituales... que shock ver a esos dos... que mira que son graciosos... pero mira que son feos!!!

Anónimo dijo...

Reir... sentirse vivo...
Besos!

Javier Herque dijo...

Si, la risa es una de las mejores medicinas para todo tipo de enfermedades, para abrirse paso entre la meleja de rostros serios, muecas y codazos que pueblan el vivir cotidiano.

Reir y hacer reir.

Un fuerte abrazo y una sonrisa.

. dijo...

YO ME MUERO CON FAEMINO Y CANSADO. SON UNA PASADA.
La risoterapia es una buena fórmula para ser más felices.
A veces muchos de nosostros tendríamos que reirnos de nosotros mismos y así divertirnos siempre.
Un saludo.
bohemiamar.

Nestor dijo...

Con los dedos de una sola mano puedo contar las sonrisas que le hacen bien a mi alma.
El humor es un bálsamo.
Y al sistema le molesta tanto como el arte.
Nestor.

Noa- dijo...

Yo intento regalarle una risa a mi padre cada día...


Saludos

KAMELAS dijo...

Ojala que nunca te falte a tu alrededor alguien que te haga reir , o por lo menos sonreir !!!

;* dijo...

que bellos

sólo me falta la risa

...Hijo del Quijote dijo...

... Oh!...La risa, que haría sin ella.

Me pregunto como sería un día, sin haber enarbolado una sola sonrisa, sin incluso, una pequeña mueca de ella, pero... ¿como, Dios mío, como sería un día así?.