OÍDO

Déjame escuchar tu voz, guíame con tus palabras, acerca tu boca a mi oreja, y susurrame al oído todos los sueños por cumplir.
Siente los matices de mi voz, cómo cambia, se hace más ronca, presta atención a las palabras que musito en tu oído, cómo varían, dulces, voluptuosas, apremiantes.
Oríentate por el ritmo de las respiraciones que se convierten en jadeos, los jadeos que se convierten en gemidos.
Sigue el sonido.

TACTO

Recorre el camino marcado, cierra los ojos, sigue la senda, paseando por los poros de mi piel, peregrina por cada una de mis curvas, guíate por las yemas de tus dedos.
Amásame, moldeame en tus manos, haz arder mi cuerpo cual alfarero, que toma vida con tu contacto, piérdete en todos los recovecos de mis volúmenes, siente cómo se endurecen mis pechos, cómo mi sexo se hace agua.
Funde tu piel con la mía, hasta que se confundan, hasta que sean sólo una.

UN AÑO MÁS

En este principio de año no quiero hacer balances de lo que ha sido el anterior, me da que no me gustaría nada el resultado, ni buenos propósitos para éste, no voy a prometerme a mí misma ni dejar de fumar ni sacarme el carnet de conducir, tengo claro que no voy a hacer ninguna de las dos cosas.
A pesar de empezar el año completamente afónica y con un constipado de preocupar, voy a intentar disfrutar de las cosas, de los buenos momentos y dejar de pasear en círculos por los malos, si no puedo saltar los obstáculos al menos los rodearé, cómo los cangrejos, para salir de las espirales y andar hacia adelante en el laberinto.
¿Encontraré la salida?