Volver a tirarse de cabeza
a la piscina
que ya sabes que no tiene agua.
Atada a tu piel,
por los lazos del deseo
a tu boca,
a tu voz ronca excitada,
a tu sexo caliente.
Enredadera de pies, manos
bocas, lenguas, piel
en la que nos convertimos.
Encadenada a tu mirada.
a la piscina
que ya sabes que no tiene agua.
Atada a tu piel,
por los lazos del deseo
a tu boca,
a tu voz ronca excitada,
a tu sexo caliente.
Enredadera de pies, manos
bocas, lenguas, piel
en la que nos convertimos.
Encadenada a tu mirada.
4 comentarios:
La piscina del deseo, del amor, aunque la sepamos vacia siempre nos atrae.
Saludos
Tremendo poema me ha gustado mucho.
Encadenando pasiones que excitan a los ojos.
Un beso.
Y como termino el chapuzon?
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